Una nueva investigación de la Universidad Brigham Young (BYU) ha encontrado que las parejas felices disfrutan más de la vida “en salud” y viven menos “en enfermedad”.
En un estudio longitudinal de 20 años, que dio seguimiento a la salud y la calidad del matrimonio, Rick Miller, investigador de la vida familiar de BYU encontró que cuando la calidad del matrimonio se mantiene a lo largo de los años, las parejas felices también mantienen una buena salud física.“En investigaciones anteriores se encontró evidencia de que el conflicto marital conduce a problemas de salud”, dice Miller, y agrega que este estudio muestra que las parejas felices tienen un componente preventivo que las mantiene en un buen estado de salud a través de los años.
Un estudio previo de BYU atrajo la atención cuando se descubrió que las relaciones significativas ayudan a que las personas vivan por más tiempo. El estudio muestra que las relaciones matrimoniales positivas mantienen la salud a largo plazo.
El estudio utilizó datos de una muestra nacional representativa (de EE.UU.) de 1.681 personas casadas, al que se le dio seguimiento a lo largo de dos décadas – lo que lo convierte en el estudio más largo sobre la calidad marital y la salud hasta la fecha.
Miller y sus colegas cuantificaron la calidad del matrimonio de dos maneras: En primer lugar, en términos de felicidad y satisfacción, y, en segundo, en cuanto a problemas de pareja (¿Discuten sobre dinero? ¿Tienen problemas con los parientes políticos?). Los encuestados calificaron la salud de su matrimonio en una escala de 1 (excelente) a 4 (pobre).
Los resultados mostraron que las personas con mayores conflictos conyugales eran más propensas a reportar problemas de salud.
“La implicación es que el conflicto marital es un factor de riesgo de mala salud”, dice Miller. “Las parejas que se pelean o discuten con frecuencia deben buscar ayuda profesional para reducir el conflicto, ya que afecta su salud”.
Miller espera que el creciente número de investigaciones sobre la importancia del matrimonio llame la atención de las autoridades. Por ejemplo, Miller (y muchos colegas) creen que los seguros de salud deberían cubrir la terapia de pareja, ya que puede ayudar a reforzar el matrimonio, y prevenir futuros problemas de salud.
Para ese fin, el mantenimiento de un matrimonio feliz también tiende a inspirar hábitos que conducen a una mejor salud. Las parejas felices se alientan entre sí a mantenerse al día con las citas médicas, a dormir mejor, a beber menos, y a participar en actividades saludables.
Miller añade que el apoyo mutuo que se brindan entre sí las parejas felices reduce el estrés y ayuda a amortiguar el deterioro de la salud.
El estudio se publica en Journal of Marriage and Family.
Fuente: Brigham Young University
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