Los casos de enfermedades neurodegenerativas aumentarán drásticamente para el año 2030 debido al aumento de la esperanza de vida. Un equipo del INSERM ha desarrollado un modelo estadístico para estimar la importancia de este fenómeno, y el impacto de la prevención de ciertos factores de riesgo.
Los investigadores franceses prevén un
aumento significativo del 75% en la incidencia de enfermedades
neurodegenerativas hacia el año 2030, pero hay esperanza de que los
avances en la medicina reduzcan la incidencia. Crédito de la imagen:
ddpavumba (freedigitalphotos.net)
Estas estimaciones, de un equipo de epidemiólogos del Inserm, son un poco escalofriantes, pero son necesarias para anticipar las necesidades y gestionar esa evolución social.
Una estimación más precisa que la anterior
Hélène Jacqmin-Gadda, coautora del estudio, dice que las estimaciones sobre el número de casos de enfermedades neurodegenerativas en 2030 son altas, pero son más precisas que las obtenidas hasta ahora, ya que se ha tenido en cuenta que las personas sin enfermedades neurodegenerativas tienen una esperanza de vida más larga que las que sí las sufren. Y que al alargar la vida útil de este grupo, se ve una mayor reserva potencial para la aparición de la demencia, especialmente después de los 90 años. Sin embargo, estas cifras se basan en la suposición de que la tasa de incidencia anual es constante a lo largo de los años. Pero algunos estudios recientes sugieren una disminución de la incidencia.El control de los factores de riesgo
Los investigadores también evaluaron el impacto de las medidas preventivas. Creen, por ejemplo, que una intervención efectiva para controlar la hipertensión en la población en general reduciría en 2,7% el número de casos de enfermedades neurodegerativas en 2030, entre las personas de 65 a 85 años.Otro ejemplo es el uso de un fármaco (no disponible en la actualidad) dirigido a los portadores del alelo ε4 del gen de la apolipoproteína, que aumenta el riesgo sufrir de demencia. Dicho fármaco reduciría de un 15 a un 25% la incidencia de enfermedades neurodegenerativas. “Esta estrategia no aumenta la esperanza de vida, sino que se dirige directamente a los mecanismos de la demencia, obteniendo de este modo una reducción significativa en su incidencia”, concluye la investigadora.
Fuente: Iserm
No hay comentarios:
Publicar un comentario