El telescopio espacial Kepler de la NASA ha sido testigo de los efectos de una estrella muerta que curva la luz de su compañera, una estrella enana roja. Los hallazgos se encuentran entre las primeras detecciones de este fenómeno en estrellas binarias o sistemas dobles de estrellas – como lo predice la teoría general de la relatividad de Einstein.
La estrella muerta, llamada enana blanca, es el núcleo quemado de lo que solía ser una estrella como nuestro Sol. Aunque la minúscula enana blanca es físicamente más pequeña que la enana roja, es más masiva.“Esta enana blanca es aproximadamente del tamaño de la Tierra, pero tiene la masa del Sol”, dijo Phil Muirhead del Instituto de Tecnología de California en Pasadena, y autor principal del estudio que se publicará en la revista Astrophysical Journal.
Una de las consecuencias de la teoría general de la relatividad de Einstein es que la luz se curva ante la gravedad. En nuestra galaxia y más allá, los astrónomos observan regularmente este fenómeno, a menudo llamado lente gravitacional. Por ejemplo, la materia situada frente a una galaxia distante puede curvar y magnificar su luz. Esto revela nueva información sobre la materia oscura y la energía oscura, dos componentes misteriosos de nuestro universo.
La lente gravitacional se ha utilizado también para descubrir nuevos planetas, así como planetas errantes.
Fuente: Jet Propulsion Laboratory
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