sábado, 21 de diciembre de 2013

Confirnan que son cuatro los brazos de la Vía Láctea

Tras años de debates, provocados por imágenes del Telescopio Espacial Spitzer, que sólo mostraron dos brazos, un nuevo estudio de 12 años de las estrellas masivas ha reafirmado que nuestra galaxia tiene cuatro brazos espirales.

La imagen muestra una impresión artística de nuestra galaxia, la Vía Láctea, con las estrellas masivas señaladas por círculos rojos, y la posición del Sistema Solar indicada por un círculo negro (en la parte central superior). Crédito: J. Urquhart et al. Imagen de fondo de Robert Hurt, del Centro de Ciencias de Spitzer.
La imagen muestra una impresión artística de nuestra galaxia, la Vía Láctea, con las estrellas masivas señaladas por círculos rojos, y la posición del Sistema Solar indicada por un círculo negro (en la parte central superior). Crédito: J. Urquhart et al. Imagen de fondo de Robert Hurt, del Centro de Ciencias de Spitzer.
Los astrónomos no pueden ver cómo luce nuestra galaxia — la Vía Láctea — ya que nos encontramos en su interior, pero pueden deducir su forma a partir de observaciones cuidadosas de sus estrellas y de sus distancias de la Tierra.
En la década de 1950 los astrónomos usaron radiotelescopios para mapear nuestra galaxia. Sus observaciones se centraron en las nubes de gas en la Vía Láctea, en las que nacen nuevas estrellas, lo que reveló la existencia de cuatro brazos principales. Sin embargo, las observaciones en luz infrarroja del Telescopio Espacial Spitzer de la NASA, mostraron únicamente la existencia de dos brazos espirales.
Los astrónomos responsables del nuevo estudio usaron varios radiotelescopios en Australia, EE.UU. y China para observar de forma individual a más de 1650 estrellas masivas que habían sido identificadas anteriormente. A partir de sus observaciones calcularon las distancias y luminosidades de las estrellas masivas, lo que ha revelado una distribución de cuatro brazos espirales.
El coautor de la investigación, Prof. Melvin Hoare, explica que no se trata de que los resultados actuales sean correctos y que los datos del Spitzer estén equivocados, sino que los dos sondeos tenían objetivos distintos. SpitzerE UsUólo ve las estrellas de menor masa como el Sol, que son mucho más numerosas que las estrellas masivas, añade el investigador.
Las estrellas masivas son mucho menos comunes que las de menor masa, ya que sólo viven por un corto tiempo — unos 10 millones de años. Debido a sus tiempos de vida más cortos, las estrellas masivas sólo se encuentran en los brazos en los que se formaron, lo que podría explicar la discrepancia en el número de brazos galácticos según los diferentes equipos de investigación.
Estudio: J. S. Urquhart, C. C. Figura, T. J. T. Moore, M. G. Hoare, S. L. Lumsden, J. C. Mottram, M. A. Thompson, R. D. Oudmaijer. The RMS survey: galactic distribution of massive star formation. Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, 2013, doi: 10.1093/mnras/s
Fuente: The Royal Astronomical Society

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