viernes, 16 de agosto de 2013

Voyager 1 ha abandonado el Sistema Solar, según un nuevo estudio

La nave espacial Voyager 1 ha viajado más lejos de la Tierra que cualquier otro objeto hecho por el hombre. Y ahora, según un nuevo estudio, la nave parece haber entrado en el espacio interestelar, y ha comenzado la primera exploración de la galaxia más allá de la influencia del Sol.

Según un nuevo estudio, que directamente contradice estudios anteriores, la nave espacial Voyager 1 realmente entró en el espacio interestelar hace un poco más de un año. Crédito de la imagen: NASA
Según un nuevo estudio, que directamente contradice estudios anteriores, la nave espacial Voyager 1 realmente entró en el espacio interestelar hace un poco más de un año. Crédito de la imagen: NASA




“Es un punto de vista un tanto controversial, pero creemos que Voyager finalmente ha salido del Sistema Solar, y es realmente el inicio de su viaje a través de la Vía Láctea”, dice el científico Marc Swisdak, autor principal de un nuevo estudio publicado en The Astrophysical Journal Letters. Swisdak y sus colegas han construido un modelo del límite exterior del Sistema Solar que se ajusta a las observaciones más recientes, tanto esperadas, como inesperadas.
El modelo indica que Voyager 1 en realidad entró en el espacio interestelar hace un poco más de un año, un hallazgo que directamente contradice estudios recientes de la NASA, y de otros científicos, que sugieren que la nave aún se encuentra en una zona de transición vagamente definida, entre la esfera de influencia del Sol y el resto de la galaxia.
¿Por qué la controversia?
Se entiende relativamente bien que la zona de influencia del Sol, conocida como la heliosfera, es una región del espacio dominada por el campo magnético y las partículas cargadas que emanan de nuestra estrella. En cambio, no se conocen muy bien ni la estructura ni la ubicación de la zona de transición, llamada heliopausa. Según se cree, sabremos que hemos pasado a través de este límite misterioso cuando dejrmos de observar partículas solares, y se empiecen a ver partículas galácticas, y que también se detecte un cambio en la dirección predominante del campo magnético local.
Recientemente, los científicos de la NASA informaron que después de ocho años de viaje a través de la capa más externa de la heliosfera, Voyager 1 registró “varios cruces de un límite que hasta entonces no se había observado”. Los descensos sucesivos del número de partículas solares y su subsecuente aumento llamaron la atención de los investigadores. Los descensos en el número de partículas solares corresponden con aumentos abruptos de electrones y protones galácticos. En el lapso de un mes, ya no se observaron partículas solares, sino solamente galácticas. Sin embargo, Voyager 1 no observó ningún cambio en la dirección del campo magnético.
Para explicar esta observación inesperada, muchos científicos teorizan que Voyager 1 ha entrado en una “región de agotamiento de la heliopausa”, pero que la nave todavía se encuentra dentro de los límites de la heliosfera. Swisdak y colegas, que no forman parte de los equipos científicos de la misión de Voyager 1, dicen que hay otra explicación.
En trabajos anteriores, Swisdak y sus colegas se han centrado en la reconexión magnética, o el quebrantamiento y reconfiguración de líneas del campo magnético, cercanas y dirigidas en sentidos opuestos. Los investigadores sostienen que la reconexión magnética también es clave para la comprensión de los datos sorprendentes de la NASA.
Aunque a menudo se representa como una burbuja que encierra la heliosfera y su contenido, la heliopausa no es una superficie que separa perfectamente el “interior” del “exterior”. De hecho, Swisdak y sus colegas afirman que la heliopausa es porosa ante ciertas partículas, y tiene capas con estructura magnética compleja. La reconexión magnética produce un conjunto complejo de “islas” magnéticas anidadas – bucles autónomos que surgen de manera espontánea en un campo magnético debido a una inestabilidad fundamental. El plasma interestelar puede penetrar en la heliosfera a lo largo de líneas de campo reconectadas, y los rayos cósmicos y las partículas solares se mezclan vigorosamente.
Más interesante es que los descensos de partículas solares y el aumento repentino de partículas galácticas puede ocurrir a través de “pendientes” en el campo magnético, que emanan de los sitios de reconexión, mientras que la propia dirección del campo magnético se mantiene sin cambios. Este modelo explica los fenómenos observados desde el verano pasado. De ahí que Swisdak y sus colegas sugieren que realmente Voyager 1 cruzó la heliopausa el 27 de julio de 2012.
Fuente: University of Meryland

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