viernes, 24 de mayo de 2013

Frágil mega-galaxia es el eslabón perdido en la historia del cosmos

Dos jóvenes galaxias, que colisionaron hace 11 mil millones años, rápidamente están formando una galaxia masiva, cuyo tamaño es de unas 10 veces el de nuestra galaxia, la Vía Láctea, de acuerdo con una investigación dirigida por la Universidad de California (UC), Irvine.

Con la ayuda de varios telescopios, los astrónomos descubrieron la extraña y masiva fusión de dos galaxias, que tuvo lugar cuando el universo tenía sólo 3 mil millones de años (su edad actual es de 14 mil millones de años). Crédito de la imagen: ESA/NASA/JPL-Caltech/UC Irvine/STScI/Keck/NRAO/SAO.
Con la ayuda de varios telescopios, los astrónomos descubrieron la extraña y masiva fusión
 de dos galaxias, que tuvo lugar cuando el universo tenía sólo 3 mil millones de años
 (su edad actual es de 14 mil millones de años). Crédito de la imagen: ESA/NASA/JPL-Caltech/UC Irvine/STScI/Keck/NRAO/SAO.



La observación de la creación de un cuerpo estelar de corta duración de esa magnitud es extremadamente rara – el equivalente de descubrir el eslabón perdido entre los dinosaurios alados y los primeros pájaros, dijeron los científicos, que utilizaron el otrora poderoso telescopio espacial Herschel y observatorios de todo el mundo. La nueva mega-galaxia, llamada HXMM01, es la más brillante, más luminosa y más rica en gas de una fusión de galaxias de brillo submilimétrico que se conozca, dicen los autores.
HXMM01 está desapareciendo tan rápidamente como se ha formado, víctima de su propio nacimiento cataclísmico. A medida que las dos galaxias colisionaron, engulleron grandes cantidades de hidrógeno, lo que dejó a ese rincón del universo sin el gas que da origen a las estrellas.
El descubrimiento resuelve un enigma en la comprensión de cómo se desarrollaron las galaxias elípticas gigantescas en el universo temprano, y por qué dejaron de producir estrellas poco después. Otros astrónomos han teorizado que los agujeros negros gigantescos en el centro de las galaxias soplaron vientos muy fuertes que expulsaron el gas; sin embargo, el cosmólogo Asantha Cooray, líder del equipo de UC Irvine, dijo que él y sus colegas de todo el mundo han encontrado una prueba definitiva de que el rápido agotamiento de esas galaxias tiene su origen en las fusiones cósmicas y en el resultante consumo del hidrógeno.
La investigación se publica en Nature.
Fuente: University of California, Irvine.

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