miércoles, 8 de mayo de 2013

El agujero negro supermasivo de nuestra galaxia se alimenta de gas

El observatorio espacial Herschel ha hecho observaciones detalladas de gas sorprendentemente caliente, que puede estar orbitando o cayendo hacia el agujero negro supermasivo que está al acecho en el centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea.

Esta concepción artística ilustra la frenética actividad en el centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea. El centro galáctico alberga un agujero negro supermasivo en la región conocida como Sagitario A *, o Sgr A *, con una masa de alrededor de cuatro millones de veces la del Sol. El observatorio espacial Herschel ha hecho observaciones detalladas del gas sorprendentemente caliente que puede estar orbitando o cayendo hacia el agujero negro supermasivo. Créditos de la imagen: ESA-C. Carreau
Esta concepción artística ilustra la frenética actividad en el centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea. El centro galáctico alberga un agujero negro supermasivo en la región conocida como Sagitario A *, o Sgr A *, con una masa de alrededor de cuatro millones de veces la del Sol. El observatorio espacial Herschel ha hecho observaciones detalladas del gas sorprendentemente caliente que puede estar orbitando o cayendo hacia el agujero negro supermasivo. Créditos de la imagen: ESA-C. Carreau
“El agujero negro parece estar devorando el gas”, dijo Paul Goldsmith, científico del proyecto Herschel de EE.UU. en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California. “Esto nos enseñará cómo crecen los agujeros negros supermasivos”.
El agujero negro de nuestra galaxia se encuentra en una región conocida como Sagittarius A*, o Sgr A* – que es una fuente cercana de las ondas de radio. El agujero negro tiene una masa de aproximadamente cuatro millones de veces la de nuestro sol, y se encuentra a unos 26.000 años luz de nuestro sistema solar.
Incluso a esa gran distancia el agujero negro está cientos de veces más cerca de nosotros que cualquier otro agujero negro activo en el centro de una galaxia, por lo que es el laboratorio natural ideal para estudiar el entorno de esos enigmáticos objetos. En las longitudes de onda de infrarrojo lejano de Herschel, los científicos pueden observar a través del polvo de nuestra galaxia y estudiar la turbulenta región más interior de la galaxia en gran detalle.
La mayor sorpresa fue el gas caliente en la región central más interna de la galaxia. Al menos parte del gas tiene una temperatura de 1.832 grados Fahrenheit (unos 1.000 grados Celsius), mucho más caliente que las nubes interestelares típicas, que por lo general sólo tienen una temperatura de unas pocas decenas de grados sobre el cero absoluto de -460 grados Fahrenheit (-273 grados Celsius).
El equipo ha formulado la hipótesis de que las emisiones debidas a las grandes colisiones de gas, altamente magnetizado, pueden ser un factor de importancia de las altas temperaturas.
Por medio de observaciones en el infrarrojo cercano, otros astrónomos han descubierto una nube separada y compacta de gas de tan solo unas pocas masas terrestres, que cae en espiral hacia el agujero negro. Dicha nube está situada mucho más cerca del agujero negro que el gas detectado por Herschel, y puede que para fines de año el agujero la engulla en su totalidad.
Fuente: NASA/JPL

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